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Inteligencia emocional del siglo XXI
La inteligencia emocional es la herramienta clave en estos momentos.
Ante un mundo en constante cambio el ser humano necesita encontrar aquello que se mantiene estable, para poder seguir avanzando con cierta seguridad dentro de la inseguridad.
Ahora, más que nunca, ante éste gran cambio surgido a nivel global, se hace necesario que los pensamientos y las emociones sean bien gestionados para no dejarnos llevar por el pánico o por la apatía, hacer frente a la frustración y a la decepción, culpa, resentimiento… cuidando de no caer en el victimismo y tomar la responsabilidad individual que nos atañe a cada uno y como sociedad.
Las mejores opciones
- Ante la fragilidad desarrollar resiliencia (competencias emocionales).
- Ante la Ansiedad y miedo desarrollar auto-empatía.
- Ante el caos definir el contexto y adaptabilidad (flexibilidad).
- Ante lo incomprensible tratarlo desde la inteligencia e intuición
Fundamental: Incorporar y aprender habilidades blandas que ayuden a mantener el equilibrio personal. A través de una buena educación emocional.
Creemos, que como dijo Descartes “pienso, luego existo”, aunque lo más correcto sería “me emociono le añado pensamiento luego existo”.
La importancia de la inteligencia emocional
Cuando preguntamos a las personas cuánto influyen las emociones en su vida, hay quien responde que son “mue emocionales”, tal vez porque expresan esas emociones a través del llanto y hay quien se reconoce “nada emocional” porque creen que reprimen muy bien sus emociones.
Las emociones tienen gran impacto, somos seres emocionales que aprendimos a pensar. Por lo tanto la emoción nos ha acompañado en nuestro camino de evolución.
Las emociones tienen gran impacto, somos seres emocionales que aprendimos a pensar. Por lo tanto la emoción nos ha acompañado en nuestro camino de evolución.
Pero ¿Cómo puedo, a través de las emociones, gestionar todo lo que está pasando?
La inteligencia emocional nos ayuda a identificarlas en cada uno de nosotros, leer la información que cada emoción nos otorga y gestionarla de la mejor manera posible para fortalecernos y ayudar a fortalecer nuestro entorno.
Desde una buena gestión emocional seremos capaces de ser más resilientes ante la “tormenta” de incertidumbre en la ahora vivimos.
De la fragilidad a la resiliencia
La resiliencia es la capacidad de superar adversidades saliendo fortalecidos.
Las personas resilientes practican estos 12 hábitos:
- Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones.
- Son creativas.
- Confían en sus capacidades.
- Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender.
- Tienen el hábito de estar plenamente presente.
- Ven la vida con objetividad, siempre a través de un prisma optimista.
- Se rodean de personas que tienen una actitud positiva.
- No intentan controlar las situaciones, sino gestionar sus emociones.
- Son flexibles ante los cambios
- Son tenaces en sus propósitos.
- Afrontan la adversidad con humor.
- Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social.
De la ansiedad y miedo a la auto-empatía
Auto-empatía: es una capacidad psicológica que nos permite notar y reconocer lo que sucede en nuestro interior. Nos proporciona un puesto en primera fila para captar y comprender nuestros pensamientos, emociones e impulsos.
La auto-empatía implica una exploración profunda y personal de lo que sucede en nuestro mundo interior. Es el “yo” que se observa a sí mismo de manera empática. Eso significa que nos abrimos a nuestras experiencias interiores sin juzgarlas, como haríamos con un amigo.
La auto-empatía implica una exploración profunda y personal de lo que sucede en nuestro mundo interior. Es el “yo” que se observa a sí mismo de manera empática. Eso significa que nos abrimos a nuestras experiencias interiores sin juzgarlas, como haríamos con un amigo.
La clave está en la supresión de los juicios, en eliminar la voz crítica permanente y mirarnos a nosotros mismos desde un observador neutral y ayudarnos de esta manera a ser más empáticos con los demás.
Al ser auto-empáticos somos capaces de reconocer nuestros miedos para afrontarlos y buscar recursos como los que le ofreceríamos a un amigo, rebajando de esta forma los niveles de ansiedad, aceptando la situación y buscar recursos de una forma más apropiada.
Al ser auto-empáticos somos capaces de reconocer nuestros miedos para afrontarlos y buscar recursos como los que le ofreceríamos a un amigo, rebajando de esta forma los niveles de ansiedad, aceptando la situación y buscar recursos de una forma más apropiada.
Ante el caos, contexto y adaptabilidad
La palabra caos significa: oportunidad + riesgo.
Es necesario encuadrar perfectamente en que ámbitos se ha instalado el caos, para buscar las oportunidades que puede presentar, desde una mirada optimista.
“El optimista ve una oportunidad en cada riesgo el pesimista de un riesgo en cada oportunidad”.
Aprender a flexibilidad y adaptarse, modificando la propia conducta desde una actitud positiva para alcanzar objetivos ante las situaciones de dificultad:
- Reorganizar las prioridades y adaptación a los cambios.
- Adaptar las respuestas y las tácticas a las circunstancias cambiantes.
- Visión de los acontecimientos sumamente flexible.
- Aportar soluciones originales a los problemas que se planteen.
- Ser adaptable implica saber investigar previamente y hacerse las preguntas correctas.
Hoy más que nunca, tienes que aceptar la idea de que las cosas pueden cambiar, que tu posición futura puede evolucionar, y que no pasa nada. De hecho, la falta de adaptabilidad no es una opción.
“No se puede ser rígido en un mundo en constante cambio”
Ante lo incomprensible tratarlo desde la inteligencia e intuición
La intuición se desarrolla a través de tener nuestros sentidos despiertos, estar atentos tanto a lo que vemos, escuchamos y sentimos y tratarlo a través de nuestras capacidades, de nuestra inteligencia.
De esa manera podremos hacer comprensible lo incomprensible, adaptándonos a los diferentes mensajes que vamos percibiendo para aunarlos en un todo que le de sentido.
Desde la apertura a las nuevas situaciones, despertando nuestra creatividad a través de nuestros sentidos, llegaremos a encontrar los recursos necesarios para afrontar nuestra nueva realidad, esta que nos está tocando vivir y hacerlo desde las fortalezas personales de cada uno para la superación individual y social.
Desde la apertura a las nuevas situaciones, despertando nuestra creatividad a través de nuestros sentidos, llegaremos a encontrar los recursos necesarios para afrontar nuestra nueva realidad, esta que nos está tocando vivir y hacerlo desde las fortalezas personales de cada uno para la superación individual y social.
Carmen Barrios Balboa
Formadora en Escuela de Inteligencia
escueladeinteligencia.com