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PIZZA de QUÍNOA y SARRACENO con aromáticas y tofu ahumado, SIN GLUTEN
La quínoa es un verdadero regalo de la naturaleza.
Contiene aminoácidos esenciales, hidratos de carbono y gran cantidad de potasio que ayuda a controlar la presión arterial. Pero lo más relevante es que ha construido una identidad alimenticia que ha dado soberanía al pueblo Aymara.
La quínoa era considerada por el Imperio Inca como un alimento sagrado, siendo empleada, además para de alimento, como jabón (gracias a la saponina) y medicina de acuerdo a algunos cronistas.
Es importante lavarlo
El contenido en saponinas de los granos de quínoa es el causante de su original sabor amargo y de su uso como jabón. Es necesario eliminar las saponinas para poder consumirlo.
Por ello te recomendamos para la eliminación que lo laves con agua abundante y frotándolo con las manos.
Valor nutritivo y propiedades
La quínoa ha supuesto uno de los alimentos más básicos de las poblaciones antiguas. Hoy día sigue manteniendo su prestigio en parte porque gracias a los análisis, se ha podido confirmar el valor real de la quínoa y su alta capacidad nutritiva en comparación con otros cereales como el trigo, cebada, arroz, maíz…
Es un superalimento que no puede faltar en tu lista de la compra, no solo por su delicioso sabor sino por sus múltiples beneficios para la salud.
Ya seas en recetas dulces o de saladas podrás añadirlas a tu menú diario de forma muy sencilla. Es muy versátil en su uso culinario; podemos utilizarlo en grano, cocido o molido, como harina completa, aportando un sabor exquisito a los postres y a los panes. Podemos añadir este portentoso nutriente en muchas de nuestras recetas habituales.
La quínoa tiene la característica puede consumirse como un cereal, por ello, también es denominada pseudo-cereal.
Características más destacadas.
- Posee un alto nivel de proteínas, puede contener hasta un 23%.
- Está compuesta por: minerales (calcio, hierro, magnesio), vitaminas (C, E, B1, B2 y niacina) y fósforo.
- Es rica en aminoácidos, que influyen en el desarrollo cerebral.
- Su contenido en grasa es rico en Omega 6.
- Es una importante fuente de fibra soluble e insoluble.
- Tiene un índice glucémico muy bajo.
- Gracias a su contenido en fibra y lípidos insaturados, la quínoa ayuda a controlar los niveles de colesterol en sangre.
No contiene gluten por lo que está recomendada para personas celíacas o tipos de dietas sin esta proteína. Lo bueno de la quínoa es que está libre de gluten de manera natural por lo que es más saludable que otros alimentos sin gluten hechos sintéticamente.
Os dejamos con una deliciosa receta de Pizza sin gluten con quínoa en grano. Todo un manjar con un sinfín de variantes.
PIZZA DE QUÍNOA Y SARRACENO con aromáticas y tofu ahumado
Ingredientes para la base:
- 400 gr de quínoa cocida.
- 4 cucharadas grandes de harina integral de sarraceno.
- 4 cucharadas de aceite de oliva.
- Leche de soja si hace falta para esponjar la masa.
- 1 cucharada de hierbas provenzales.
- 5 gr de sal marina.
Ingredientes para la cubierta:
- 1-2 cebollas cortadas en juliana.
- 3 tomates en rodajas.
- 12 aceitunas (verdes o negras)
- 150 gr de tofu ahumado rallado (optativo)
- Orégano a gusto.
Preparación:
Primero lavar bien la quínoa.
Cocemos 150 gr de quínoa ecológica en 450 gr de agua con una pizca de sal marina durante 20 minutos a fuego lento.
Colocamos en un bol 400 gr quínoa ya cocida, añadimos la harina de sarraceno, el aceite, las hierbas y la sal marina.
Trituramos con la batidora hasta ligar todos los ingredientes y obtener una masa homogénea. Podemos regular la humedad con otra cucharada de harina de sarraceno.
Extendemos con un rodillo de plástico de mano sobre una bandeja forrada con papel de horno (previamente pincelado con aceite de oliva virgen). Mojamos el rodillo en agua para evitar que la masa se pegue y poder deslizarlo, así podremos extender de forma homogénea.
Cubrimos con las rodajas de cebolla cortadas en juliana muy finas, el tomate cortado en rodajitas, las olivas y el orégano y distribuimos el tofu ahumado rallado por encima (o queso de almendras u otros, a gusto).
Introducimos en el horno, precalentado a 250º, durante 15 minutos hasta que se dore un poco, transcurrido este tiempo bajamos la temperatura a 200º durante 25-30 minutos más.
Dejamos que se tueste bien para que quede crujiente.
Sacamos del horno y ¡Lista para comer! Un plato vegano riquísimo, lleno de nutrientes y energía. Muy digestivo y fácil de hacer.
Maria Eugenia Vázquez
www.escuelabioglutenfree.com
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