Todo organismo tiene una tendencia natural hacia la integridad y la coherencia de sus funciones corporales. Ante cualquier herida, lesión o traumatismo la dinámica natural del organismo es reorganizarse para restablecer el grado más óptimo de  funcionalidad que le sea posible.

El ser humano es un todo integrado, en el que los procesos psicológicos están en una relación reciproca con la fisiología corporal. Uno de los objetivos de la Biodinámica Craneosacral es favorecer el restablecimiento, o la comunicación, de una parte del organismo con el resto y viceversa.

Toda enfermedad entraña un grado de fricción, descoordinación o aislamiento de distintas relaciones.

Estas pueden ser de orden físico, como por ejemplo la conexión de un hueso con otro, un órgano con los vecinos, o de orden más global como la descompensación entre la actividad psicológica, los procesos emocionales y el cuerpo físico.

Ante los síntomas de enfermedad, o ausencia de salud, el cuerpo ya sabe lo que tiene que hacer, el organismo posee una inteligencia natural que ha guiado su propio desarrollo desde que fue concebido, y ese potencial continúa para mantenerlo en el estado más óptimo posible el resto de la vida.

El estrés de la vida cotidiana y la carga de las experiencias pasadas crean tensión en nuestro organismo, generando un desgaste que merma nuestra salud física y psicológica.  Aún en un estado de padecimiento o trastorno de salud existe, en el organismo, el potencial necesario para poder reorganizarse y restablecerse.

La Biodinámica Craneosacral

Con el apoyo de la  Biodinámica Craneosacral, a través de contactos muy ligeros en diversas partes del cuerpo, se incide de una manera profunda en el equilibrio del sistema nervioso, disponiendo al organismo para acceder a estados en los que se propicia la capacidad y potencial de autorregulación que siempre ha poseído.

La terapia Craneosacral nos facilita, proporciona y potencia los recursos necesarios para conectar con esa capacidad básica,  y esencial, que el propio cuerpo tiene para curarse.

No distingue entre los males psicológicos y las enfermedades físicas, ya que el mismo proceso que sana el cuerpo, cura la mente y ayuda a restablecer el organismo a un nivel superior de funcionamiento.

Las sesiones

Están especialmente indicadas en el tratamiento de síntomas y dolencias derivados del estrés.

• El estrés crónico genera una gran variedad de molestias del sistema nervioso como: insomnio, ansiedad, depresión, desequilibrio emocional, y  a la larga, enfermedades degenerativas como Parkinson, Alzheimer, etc.
• El estrés  produce tensión en la musculatura y tejidos corporales en general, transfiriendo éste  a los órganos,  vísceras, glándulas y su función, así como articulares, hernias, pinzamientos, etc.
• El estrés se acaba somatizando en dolencias del sistema digestivo, circulatorio, endocrino.
• El estrés genera, inicialmente una baja del sistema inmune, dejando paso a las infecciones, y también a la larga una anomalía en la respuesta inmune dando lugar a las alergias, intolerancias, enfermedades autoinmunes.

El tratamiento biodinámico favorece la capacidad natural de centrarse, por lo que es idónea para afrontar  situaciones difíciles y conflictos vitales.

Indicado en estados de vulnerabilidad: bebes, ancianos, embarazo, etc.,…

Rafael Martiz
Director de Midline Institut
Terapeuta y Profesor de Biodinámica Craneosacral
www.midlineinstitut.com