La cocina macrobiótica tiene su origen en el Extremo Oriente y George Ohsawa, un filósofo japonés, la trajo a Europa en los años 30 desde Japón, dónde la tradición culinaria une: alimentación, medicina y espiritualidad, aportando mucha energía.

Así pues la Macrobiótica se basa en el principio de equilibrio del Yin y el Yang.

Los alimentos son clasificados en estas 2 categorías con el fin de equilibrar los excesos de energía yin o yang en las personas, a través de diferentes técnicas culinarias y tipos de alimentos.

Como equilibrar las polaridades

Para hacer la comida más yang,  y así eliminar el exceso de ying de una persona, utilizaremos diversas técnicas culinarias como: la cocción prolongada, añadir sal, etc.

Para hacer la comida más yin y así reducir el exceso de energía yang las técnicas que utilizaremos serán: la fermentación, la maceración, una cocción corta, etc.   

El principio de una buena alimentación sería pues, tomar alimentos que respeten este equilibrio para que sean bien asimilables.

¿Qué alimentos hay en la comida Macrobiótica?

Utiliza siempre productos orgánicos-ecológicos, de proximidad y de temporada.  Los alimentos base son los cereales integrales, la fruta y la verdura.

Los formatos pueden ser crudos, al vapor, hervidos, fermentados como el miso o el umeboshi, encurtidos comprados (a base de fermentación de días con vinagre de arroz y sal), encurtidos hechos en casa (a base del prensado de verduras, que llamamos xukemono).

La Macrobiótica no es vegetariana, también puede utilizar proteína animal, pero contempla siempre la zona donde se vive por temas de clima, esto quiere decir que:  las personas que viven en lugares muy fríos, como por ejemplo en Alaska rodeado de hielo y nieve, es un extremo yin, deben alimentarse, para equilibrar, con algunos productos más yang  como la proteína animal.

Por el contrario, si se vive en clima cálido (yang), no es necesario consumir productos animales, es más normal hacer uso de cereales,  frutas y verduras.

Si observamos la naturaleza encontraremos este equilibrio, ya que por lógica en los lugares cálidos hay más variedad de  frutas y verduras todo el año.

Siempre  yin y yang, ésta es la lógica universal que no falla, salimos a la calle y hace frío (yin) tenemos la reacción (yang) de abrigarnos para dar calor al cuerpo. Que salimos a la calle y hace calor (Yang), saldremos con la ropa justa, para ir más frescos.

¿Cómo afecta a la salud la alimentación macrobiótica?

Tan sólo con 10 días de esta alimentación podemos notar cambios enormes en nuestra salud, y explicamos a continuación el porqué. La manera de alimentarnos de hoy en día resulta muy acidificante, nos provoca un PH muy ácido que el cuerpo constantemente está luchando por equilibrar. Al tener que trabajar tanto por regular nuestro PH, estamos gastando mucha energía.

Cuando nos nutrimos equilibradamente, con verduras y cereales orgánicos, el PH se regula por sí solo, sin que el cuerpo tenga que trabajar continuamente para conseguir ese objetivo.

Por lo tanto, con esta alimentación nos sentiremos más despiertos, vitales, con más energía, más ganas… ¡No es cuestión de creérselo, sino de comprobarlo!

Una dieta  macrobiótica estricta durante 10 días, como recomienda  Ohsawa  en sus libros, produce un cambio de la calidad de nuestra sangre y si continuamos con esta dieta, al cabo de unos meses mejoran todos nuestros órganos. 

La sangre es la que tiene la  fuerza para hacerlo efectivo.  Con ello y por lógica lucimos una piel más bonita, nos sentimos mejor, más felices de mejor humor y nuestra mente está más ágil, entre otras cosas.

¿Qué encontraremos en 2Y Restaurante Macrobiótico?

Un restaurante creado con mucho cariño y sencillez, que pretende transmitir nuestro amor por la cocina y nuestra devoción por hacer que el cliente se sienta cuidado y sobretodo… ¡Bien alimentado!

Con el diseño de cocina abierta, invitamos a ver qué cocinamos y cómo lo cocinamos en todo momento y también a una comunicación directa cocina-cliente que crea un trato personalizado que nos permite tener en cuenta las necesidades especiales de cada uno.

Los alimentos con los que trabajamos son básicamente cereales integrales, verduras,  frutas, algas (todo orgánico), acompañados de complementos como por ejemplo fermentaciones: miso, pasta de umeboshi, ciruelas umeboshi, en menor medida vinagres de arroz o de umeboshi…

En nuestra cocina no utilizamos carnes ni pescados. La proteína se aporta a través de las legumbres, el seitan, los tempes, el tofu y las algas y para endulzar o preparar postres utilizamos melazas de arroz, de maíz y ágave.

Nuestros tés son tés de tres años secados en la planta, como por ejemplo: de Kukicha, el Bancha y el té Mu.  También ofrecemos malta de cereales e infusiones.

Un punto muy importante en 2Y es el agua vitalizada. Utilizamos este tipo de agua para cocinar el producto y para el consumo directo del cliente.

El proceso por el que pasa esta agua, antes de ser consumida, no trata únicamente la cuestión de la pureza química de la misma, sino que también mejora su estructura energética, favoreciendo así el metabolismo y la digestión, y aportando una enorme cantidad de beneficios al cuerpo.

Nos gusta ser solidarios, además de cuidar mucho a nuestros clientes. Uno de nuestros objetivos es poder recoger un tanto por ciento de lo recaudado para crear un apartado económico destinado a fines humanitarios y entidades benéficas. ¡Esperamos poder empezar pronto a hacer nuestras aportaciones!

¡Nos vemos en 2Y!