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Olores y cosmética para el otoño
Ayer fue oficialmente la puerta de entrada a la estación de la gran cosecha, mabon o, más conocida como otoño, y en este artículo hablaremos de los olores y la cosmética para esta época tan especial.
Cómo utilizar los olores y la cosmética en otoño, eso sí, ecológico. Es una época en la que podemos sentirnos afectados anímicamente, las plantas nos pueden ayudar, te lo cuenta Jovita Ponce.
Al inicio las horas del día y la noche son prácticamente iguales, luz y oscuridad conviven y tienen la misma importancia. Pero, poco a poco, la oscuridad irá ganando terreno. Dejamos atrás las sensaciones y vivencias veraniegas para encarar completamente la rutina.
Cambios anímicos en otoño
Este hecho puede afectarnos anímicamente, tal vez no tenemos tantas ganas de socializar, salir, y podemos llegar a sentir tristeza, inapetencia o un gran sueño.
Por suerte para nosotros, la naturaleza nos ofrece un abanico muy amplio de plantas que podemos recolectar y procesar para obtener su esencia y ayudarnos a sobrellevar el periodo otoñal.
Dentro de los extractos vegetales, se encuentran: las tinturas, glicerinados, aceites macerados, las infusiones y los aceites esenciales.
Según el principio activo que queramos obtener de la planta, raíz o fruta, utilizaremos un método u otro.
Volviendo al origen
Se tiene constancia de que, desde hace miles de años, los humanos se han beneficiado del poder curativo de las plantas y las maderas y de sus olores característicos.
Tras el descubrimiento del fuego se abre un nuevo abanico de nuevos olores, los que se obtienen del humo de las plantas y maderas cuando se queman.
Así se empezó a utilizar el humo proveniente de diferentes maderas para conseguir influir en el estado de ánimo, por un efecto terapéutico y curativo.
Según el vegetal utilizado, los efectos podían ser de relajación, ira, felicidad, o de tipo espiritual. El humo terapéutico también era utilizado alrededor de las personas enfermas para «sacar lo malo».
Cada región del mundo, según las plantas presentes, obtenían unos aromas de las plantas quemadas.
Los aceites esenciales
Son los responsables de todos estos efectos.
El aceite esencial es un extracto obtenido, principalmente por destilación, de la parte del vegetal que tenga más concentración de esencia. En algunos casos es extraído por el método de presión, sobre todo en cítricos.
La mayor parte de aceites esenciales tienen poder antimicrobiano y antifúngico, puesto que nuestro sistema inmunitario y el de las plantas son similares.
Además, tienen infinidad de usos y efectos adicionales en función de cada planta.
Los aromas de las diferentes plantas nos influyen, tanto a nivel físico, como mental y emocional.
Por ejemplo, ahora para ayudarnos a sobrellevar el otoño, podemos hacer la siguiente mezcla para poner en el difusor (a partes iguales por aceite esencial) Verbena exótica, Bergamota, y Naranja dulce.
La Verbena exótica
Aporta un olor fresco que puede recordar un poco al limón y nos creará un ambiente relajado y de querer vivir el momento, ayudando a rebajar nuestro estado de estrés y levantando nuestro ánimo.
La Bergamota
Tiene un efecto anti-estrés y reconfortante.
La Naranja dulce
Ofrece un estado familiar, alegre y cálido. Por eso, es conocido como el aceite esencial “sonriente”.
La Lavanda
Como RITUAL para ayudarnos a conciliar mejor el sueño, desentumecer los músculos y descansar física y emocionalmente, podemos utilizar el aceite esencial de Lavanda.
En este caso, mezclamos una gota de aceite esencial de lavanda con una cucharada sopera de aceite de oliva o de almendras y frotarnos con ello mediante un pequeño masaje nuestras sienes, cervicales y pecho o escote.
A nivel de cosmética
Podemos aprovechar este mismo aceite esencial de lavanda, o combinarlo con el de palo de rosa en una crema facial hidratante, para recuperar la piel del verano y prevenir los efectos de los cambios de tiempo tan habituales en esta estación.
Una crema aporta hidratación por su contenido en agua, y nutrición, por su contenido en aceites.
Dependiendo de las necesidades de nuestra piel, escogeremos unos u otros aceites vegetales. En el caso que tengamos la piel muy agredida o muy seca, la manteca de Karité, será una gran elección.
Por el contrario, si tenemos la piel grasa o con exceso e incluso problemas de obstrucción de poros, tenderemos a aceites más neutros como el de almendras, avellana o jojoba.
Los aceites esenciales en particular, y demás extractos vegetales en general, pueden ser de gran ayuda en las diferentes necesidades personales y en cambios de estación, tiempo e incluso para mejorar nuestro humor.
Jovita Ponce Torrent
Licenciada en Biología i
Doctora en Neurociéncias
por la Universitat Autònoma de Barcelona.
www.pocionsdelajovita.com