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¿Cómo te tratas? La felicidad es una experiencia corporal
¿Alguna vez te has preguntado si te estás tratando bien a ti mismo? Para contestarte no tienes más que observar como tratas a tu propio cuerpo.
Dos formas de hacerlo
Aunque la última parezca lo más esperable, la primera es la más frecuente ya que acabamos tratando a nuestro organismo como una máquina o un objeto.
Diferentes cuerpos
Nuestro pensamiento acaba mandando y crea diferentes cuerpos más allá del real:
- Un Cuerpo Estético a través del cual intentamos relacionarnos socialmente cubriendo unos “cánones”.
- Un Cuerpo Cultural que según seas hombre o mujer te permitirá o prohibirá tácitamente algunas actividades.
- Un Cuerpo Cosa mediante el cual tratarás tu cuerpo como te dé la gana. Yo bebo, como e ingiero lo que quiero. “trato así a mi cuerpo porque es mío”.
- Un Cuerpo Rendimiento al que llevo al límite de su rendimiento como si fuera una gran virtud hacerlo.
- Un Cuerpo Virtual, es el de las redes sociales, cada vez más presente y a la larga alienante.
- Un Cuerpo Rol, muchas veces vinculado a lo profesional y que finalmente lleva a la rigidez y anulación del Cuerpo Real, al que acabamos por olvidar.
¿Cómo atender al propio cuerpo?
Todo empieza por atender a la información que nuestro cuerpo nos ofrece continuamente a través de las sensaciones físicas, deseos y apetencias.
Cuando las empezamos a tener en cuenta, y gradualmente a satisfacerlas, en mayor medida que a nuestros «deberías», el organismo se relaja y por lo tanto se reducirá el grado de estrés.
¿Y qué hacer con todo lo que nos decimos mentalmente?
A veces las personas tienen miedo a atender sus propias apetencias y la cabeza se les llena de pensamientos catastrofistas.
No hay problema, nuestro cuerpo está diseñado para el placer y el disfrute, y en este caso no hay nada mejor que la actividad física, esta genera endorfinas las cuales conseguirán hacernos sentir a gusto con nosotros mismos, bajando con toda seguridad la intensidad y velocidad de pensamientos.
Una buena información es saber que con el placer las imperfecciones van desapareciendo, a más placer y disfrute más conexión con nuestro Cuerpo Real y por lo tanto más felicidad.
¿Y qué hacer cuando nos cuesta conectar con el placer y el disfrute que nos abre la puerta a la felicidad?
Cuando se da esta circunstancia es porque emocionalmente la persona está bloqueada en algún aspecto de su vida.
Existen multitud de técnicas psico-corporales que son muy útiles como actividad preventiva y sanadora de estos bloqueos.
Normalmente son técnicas que combinan la actividad física con el desarrollo de la conciencia corporal. Existen diferentes tipos de Yogas, así como el Tai-chi o el Chi-kung cuya práctica despierta y equilibra la vitalidad.
Resumiendo, puedo decir que en gran medida la felicidad es una experiencia corporal, y que para acercarnos a ella el camino es el cuerpo.
Sentir el cuerpo propio
Un cuerpo que sintamos como propio, como fuente de placer, disfrute y vitalidad. Nuestro Cuerpo Real tiene la virtud de suavizar nuestras tribulaciones y preocupaciones, siendo un cuerpo sin estrés ni angustia.
Es necesario ya no sólo recuperar el contacto con nuestro cuerpo, sino mantenerlo.
A mí personalmente me ha ayudado mucho el baile y el movimiento expresivo, es una práctica que aúna actividad física con la expresividad emocional y el incremento de la conciencia.
Este tipo de movimiento o baile que produce una experiencia ampliadora del bienestar psico-emocional produce en sus practicantes una vivencia positiva de sí mismos a través del propio cuerpo, siendo una fuente bien básica y sencilla de felicidad.
Me gustaría recalcar que las vías de acceso a la felicidad no dependen tanto del sexo, edad o condición social de la persona, sino del contacto que tenga con su cuerpo real.
Seas niño-joven-anciano, hombre o mujer, tu grado de felicidad dependerá en gran medida de la forma en que trates a tu cuerpo y atiendas a la información que te ofrece en forma de necesidad, deseo o apetencia.
En la medida en que lo cuides y te fíes de él vivirás mejor, así como trates a tu cuerpo acabarás tratando a los demás y al resto del planeta.
Eres afortunado, puedes elegir como quieres vivir en tu cuerpo, como quieres relacionarte con el mundo y en consecuencia puedes disfrutar de los beneficios de ello.
Javier Muro Garza
Desarrollo Personal y de la Espiritualidad.
Terapeuta, formador y divulgador.
javiermuroesencial.com