Este guión configura una estructura  subconsciente que se activa cada vez que inicias, preparas, materializas y nutres un proyecto.

De ahí la importancia de ser consciente de cuál es tu guión natal, y a partir de ahí liberar los posibles condicionamientos negativos que hayas podido adquirir en tus primeras experiencias vitales.

Ahora demos un breve repaso a cada una de estas etapas, para empezar a entender cómo te pueden estar influyendo:

Preconcepción

Comprende el período desde, aproximadamente, un año antes de que se produjera nuestra concepción hasta el momento de la misma.

Algunas de las preguntas que te puedes hacer son las siguientes:

¿Eran tiempos de paz o de conflicto, de prosperidad o de crisis? ¿Qué situaciones vivía mi familia (de salud, económicas, calidad de relaciones entre sus miembros, etc.)? ¿Qué tipo de relación mantenían mis padres? ¿Tenían ya hijos? ¿Cuántos? ¿Se prepararon  para  recibirme y en qué sentido (a nivel físico, psicológico, socio-económico, espiritual, etc.)?

Este período  remite a las condiciones previas a tu concepción y construirá un patrón que se reproducirá consciente o inconscientemente.

Por ejemplo, si has sido primer hijo puedes tener la tendencia a involucrarte en proyectos en los que todo está por crear o a asumir posiciones de liderazgo. Por el contrario, si llegaste a una familia  con muchos miembros, posiblemente tiendas a incorporarte a proyectos que otros han iniciado.

En el caso de que tu familia sufriera algún trauma en el periodo inmediato antes de tu concepción, puedes iniciar tus proyectos en situaciones difíciles, etc., etc.

Concepción

Supone la unión de nuestro principio femenino y masculino.  La forma en que fuiste concebido influirá posteriormente en cómo inicias e impulsas tus proyectos.

Si fuiste concebido conscientemente te puede resultar fácil concebir e iniciar tus proyectos con una intención clara. En el caso contrario, puedes verte involucrado en proyectos sin darte apenas cuenta, con la consiguiente confusión.

Si tu concepción fue dolorosa es posible que el inicio de tus proyectos pueda ir asociado a algún tipo de sufrimiento o esfuerzo. Una concepción impregnada de amor, en cambio, facilita el iniciar proyectos desde un sentimiento gozoso.

Gestación

En esta etapa se toman en cuenta las vivencias y sentimientos que tuvo tu madre mientras te gestaba. Si sentía confianza en su propio cuerpo, seguramente te sentiste cómodo, arropado, amado y nutrido durante tu desarrollo.

Pero distintos acontecimientos pueden haber limitado esa sensación de paraíso.

Si tu madre experimentó algún trauma sexual, aborto previo, accidente o enfermedad, si sufría alguna adicción, conflicto con su propio cuerpo o con el embarazo en sí mismo, es muy probable que vivieras esa etapa de forma desagradable en mayor o menor medida y se refleje en una dificultad en gestar proyectos.

Por el contrario, si la experiencia fue positiva, sentirás placer y confianza en los preparativos.

Nacimiento

Determina tus actitudes y conclusiones sobre la vida, acerca de ti mismo y los demás. También influye en cómo vives los cambios y tu capacidad de ser independiente.

Es tu primer viaje, tu primer trabajo, tu primer éxito, tu primera presentación, tu primera relación, y condicionará como afrontas lo que venga a posteriori. De qué manera concretas  las cosas y cómo las materializas, también tiene que ver con el modo en que naciste.

Si tu nacimiento fue natural, probablemente tienes una confianza innata en la vida, en tu propia capacidad para lograr el éxito y tu expresión vital es espontánea y sana.

En el caso de haber sido inducido, puedes sentir que se te fuerza a realizar las cosas a un ritmo distinto al que quisieras, aunque al mismo tiempo tal vez esperes inconscientemente a que los demás te animen para empezar a concretar tus proyectos.

Si tu nacimiento fue retenido por alguna causa, puedes percibir obstáculos para tu avance y éxito.

Existen muchos otros factores durante el nacimiento que pueden influir: nacimientos programados, con anestesia, con fórceps, vuelta de cordón, cesárea… cada uno de ellos deja una determinada impronta en la psique.

Primer año del bebé

Éste período es básico tanto para la nutrición física como afectiva. Sentir el calor de la madre, escuchar latir su corazón, es fundamental para continuar percibiendo la unión con ella. Esto propiciará una buena experiencia de lo que es la intimidad física, emocional y afectiva, que en la vida adulta se podrá reproducir en las relaciones.

Recibir el alimento a demanda o recibirlo según una pauta horaria configura distintos patrones inconscientes. El primero ayuda a sentir confianza en la prosperidad y abundancia.

Si averiguamos cómo vivimos en su día esta etapa es frecuente ver un paralelismo en la forma en que nos alimentamos, la facilidad o no que tenemos para compartir intimidad y cómo nos relacionamos con los recursos.

También en esta etapa se construye la confianza en el propio cuerpo, si este ha sido bien acogido y estimulado. De esta etapa provienen creencias muy básicas y profundas, que fueron absorbidas de las personas que teníamos alrededor, especialmente de nuestra madre.

Algunas consideraciones finales

Este artículo tiene como objetivo ayudarte a iniciar una reflexión acerca de las circunstancias que viviste en torno a tu nacimiento y cómo éstas están actuando en tu vida desde tu subconsciente.

Te invito a que pienses en algunos proyectos importantes que hayas realizado en tu vida y observes cómo se han visto reflejadas estas cinco etapas de tu guión natal en ellos. Puedes descubrir cosas sorprendentes.

Irene Jové Baumman
Directora de la Escuela Rebirthing Jove
Presidenta de la Asociación Rebirthing Internacional España
Formadora de Rebirthing
www.rebirthingjove.com

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