Disfruta un bronceado perfecto y saludable, te contamos cómo hacerlo

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Disfruta un bronceado perfecto y saludable

Los estudios profesionales confirman que hay que preparar el organismo para conseguir el bronceado perfecto y saludable introduciendo determinados elementos en la dieta.

Betacaroteno, licopeno, vitamina E y selenio, entre otros, son elementos fundamentales para alcanzar tu objetivo; pero no debes introducirlos de manera inadecuada.

Y no olvides que las pieles claras necesitan cuidados específicos para prepararse, protegerse del sol y adquirir un buen tono en su bronceado.

Lo primero es preparar tu piel

Para lucir un bronceado perfecto y saludable tu piel debe recibir adecuadamente los rayos solares. Es fundamental realizar una buena exfoliación mecánica para que el bronceado resulte más uniforme y luminoso.

Puedes hacerlo en tu propia casa o acudir a un profesional cualificado.

Cuida tu piel externamente

puedes usar:

Aceite de Argán. Perfecto para el cuidado de pieles secas o dañadas porque presenta propiedades hidratantes y reparadoras.
Aceite de borraja. Rico en ácidos grasos, ayuda a mantener la hidratación y elasticidad de la piel.

Cuida tu piel internamente

A nivel nutricional, se ha comprobado que ciertos nutrientes influyen en el bronceado y en la salud de tu piel. Lograr el bronceado perfecto es posible, y son muchos los compuestos que no pueden faltar en tu organismo y que puedes integrar de una manera muy cómoda.

Entre los más interesantes para lograr un bronceado saludable destacarían:

Aceite de sésamo. Con una alta concentración de vitamina E, resulta un buen antioxidante. Contribuye a la protección celular del estrés oxidativo causado por la acción de los radicales libres y ayuda a proteger la piel del envejecimiento y las agresiones solares.
Aminoácidos como la L-tirosina, que son los precursores de la melanina. Puedes encontrarla en los lácteos, los frutos secos y el arroz.

Betacaroteno, es un carotenoide que merece una mención especial porque se transforma en vitamina A, esencial para el funcionamiento de tu organismo. Puedes encontrarlo en muchos alimentos como pimiento, zanahoria, melón y espinacas, entre otros.
Carotenoides en general. Son pigmentos naturales presentes en frutas y verduras que ayudan a la piel a resistir las agresiones externas y potencian el bronceado. La cantaxantina, por ejemplo, se une a las células adiposas de la piel y las colorea. En las zanahorias abunda especialmente.

Licopeno, presente en el tomate, por ejemplo, previene el envejecimiento celular. También abunda en zanahorias, arándanos, granadas o fresas, entre otros alimentos.
Luteína, porque mantiene la suavidad y elasticidad de la piel y se cree que favorece el mantenimiento del bronceado. Actúa como una especie de filtro solar que evita las quemaduras y los problemas a nivel ocular. Puedes encontrarla en espinacas, huevos y lechuga, entre otros.
Vitamina C. Es un compuesto antioxidante muy bueno que te ayudará a prevenir la aparición de arrugas. Presente en fresas, limones y pimientos rojos.
Vitaminas del grupo B, que resultan ideales para protegernos de la deshidratación, parte fundamental del proceso de bronceado. Abunda en pescado, lentejas y frutos secos, por ejemplo.

Que no falten en tu dieta para un bronceado perfecto y saludable

una ensalada con habas, lechuga, tomate, zanahoria rallada y atún natural aliñada con limón y aceite de oliva virgen.
tomate natural con queso fresco, albahaca y aceite de sésamo.
una limonada natural. Exprime dos limones y añade hielo y agua.
fresas naturales lavadas y cortadas con yogur natural.
revuelto de espinacas y zanahorias.
zumo natural. Combina melón, limón, fresas y zanahorias en la licuadora. Cuando adquiera la textura que más te guste, añade agua y bébelo cuando te apetezca.

Un empujón previo a la exposición solar

Algunos expertos señalan que se puede obtener un bronceado más rápido, seguro e intenso si se utilizan los “precursores del bronceado” que la nutricosmética promueve.

Contienen vitamina E, betacarotenos, minerales (magnesio o selenio, por ejemplo), que favorecen la activación de la melanina. Se recomienda consumirlos entre quince días y dos meses antes de la exposición solar, lo mejor es consultar a tu médico.

Pon atención

Mucho cuidado con la utilización de compuestos cuyo efecto no se conoce completamente.

Existen muchos en el mercado “paralelo” que no han pasado los filtros adecuados. No compres nada fuera de los cauces establecidos por nuestra legislación para evitar problemas relacionados con su consumo que pueden resultar graves para tu salud.

Carmen Reija
Farmacéutica,
Óptica y Tecnóloga de alimentos.
consejosdesaludintegral.com

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