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Bioenergética, cuerpo y carácter

Bioenergética, cuerpo y carácter

¿Quién no ha utilizado estas frases alguna vez?

Hablamos de cómo es la otra persona o de cómo es uno mismo. Lo hacemos buscando una palabra que nos defina, a partir de la cual relacionarnos, o simplemente dejar claro que se puede esperar…, ofreciendo una explicación que lo justifique.

A esta idea sobre cómo es uno, coloquialmente la llamamos «carácter o forma de ser”.  Sin darnos cuenta la convertimos en algo fijo con lo que vamos a convivir, desde que nacemos hasta que abandonamos este mundo. Simplemente una etiqueta.

Convivimos con una idea rígida de cómo soy yo y cómo son los demás, olvidándonos de que somos seres dinámicos con una capacidad enorme de cambio y plasticidad.

La idea de que el carácter es algo casi genético e inamovible es errónea. El carácter se forma en la primera etapa de la vida y es la combinación de las cosas que me digo sobre quién soy y cómo debería ser, los estados de ánimo que me provocan esas cosas que me digo y como estos  se manifiestan en mi cuerpo.la combinación de las cosas que me digo sobre quién soy y cómo debería ser

Esto que he explicado pasa tan rápidamente que no nos podemos dar cuenta, convirtiéndose en un proceso bien repetitivo y sobre el que vamos perdiendo el control. Nos movemos en la vida con unos estados de ánimo más frecuentes y otros más puntuales. Todo esto nos da una apariencia, una imagen que ofrecemos al mundo con la que nos relacionamos y con la que se relacionan las otras personas. Una imagen restrictiva, que convenientemente etiquetada con el nombre de carácter, nos ofrece una supuesta identidad.

A partir de aquí podemos conformarnos, olvidarnos de quien realmente somos y empezar a conducirnos por la vida desde esa imagen que hemos construido y que generalmente tiene más que ver con quién creemos que deberíamos ser.

Una alternativa más sana consiste en abrirnos a algo más emocional  y más vinculado al presente, al aquí y ahora.

Ahora hablamos de emocionesAntes habíamos hablado de estados de ánimo, o sea de cómo me siento a partir de una idea que tengo sobre mí. Ahora hablamos de emociones, o sea de cómo me siento frente a lo que está aconteciendo en este momento, en mi relación con los demás.

Con una expresión popular, podemos decir que los estados de ánimo son cómo poner la carreta delante de los bueyes, un ejemplo sencillo de esto es ir enfadado a una reunión antes de que haya pasado nada, o ponerse triste antes de que se haya producido una perdida. Un estado de ánimo no deja de ser más que una emoción anticipada que acaba tiñendo nuestra cotidianidad de un color monótono.

Una emoción no es más que una reacción de nuestro cuerpo ante un acontecimiento de la vida, suelen ser rápidas e intensas; al contrario de los estados de ánimo que  suelen ser persistentes y de intensidad baja pero latente.Las emociones aparecen en situaciones de perdidas, peligros, contrariedades, satisfacciones y deseos

Las emociones aparecen en situaciones de perdidas, peligros, contrariedades, satisfacciones y deseos. Son respuestas bien corporales, bien instaladas en nuestra biología y que, generalmente, tienen una manifestación en nuestra gestualidad y van acompañadas de sensaciones que para nada podemos controlar.

Tanto emociones y estados de ánimo suelen tener una presencia bien palpable en la respiración. Toda la emocionalidad está totalmente vinculada a la respiración, de hecho a través de ésta y haciéndola variar podemos disminuir o aumentar la intensidad de lo que sentimos o dejamos de sentir.

Cada emoción tiene una forma de respirar bien concreta, común e identificable en todos los seres humanos. Existen unos patrones de respiración propios para cada una, que cuando quedan anclados acaban provocando posturas, gestos y rigidez en nuestro cuerpo. Todo esto conforma lo que llamamos carácter y su manifestación en el cuerpo.

Hablemos del carácter y de su flexibilización y plasticidad

 

El cuerpo, al igual que es el territorio donde se vuelve rígido el carácter, también es la puerta de entrada a su flexibilizaciónEl cuerpo, al igual que es el territorio donde se vuelve rígido el carácter, también es la puerta de entrada a su flexibilización, muy especialmente a través de la respiración.
Lo que se ha dado en llamar bioenergética, o forma que adopta el cuerpo para manejar su energía física. La observación de la experiencia humana a través de la bioenergética permite identificar cuáles son los bloqueos en el cuerpo que sostienen el carácter y da la puerta de entrada al manejo de estos para flexibilizar y poner a la persona en el aquí y ahora emocional.

Bioenergéticamente podemos observar como el cuerpo hace para mantenerse en unos tipos de respiración que facilitan ciertas emocionesBioenergéticamente podemos observar como el cuerpo hace para mantenerse en unos tipos de respiración que facilitan ciertas emociones, y como el mismo cuerpo hace para no respirar de formas que llevarían a evitadas por la persona.

Sencillamente la respiración provoca cargas bioenergéticas de diferentes tipos y éstas directamente influyen en lo que sentimos y pensamos. Es la puerta de entrada en nuestro carácter, en nuestra forma de estar en este mundo; su conocimiento y desbloqueo es el inicio para una vida más plena más allá de rigidez y la tensión.

Logo Lo-CorporalJavier Muro
Terapeuta y Director de Estudio Lo corporal
Tel. 932 432 691
locorporal@hotmail.com
www.locorporal.com

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