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Alimentación y emociones
Ambas están muy presentes en la vida diaria y podemos utilizarlas para enriquecernos y sentirnos más felices y plenas/os.
Lo adecuado es que alimentación y emociones estén en equilibrio, pues están más unidas de lo que pensamos. Podemos conseguir que nos ayuden a experimentar más éxito y armonía en las relaciones, en el trabajo, y en todos los ámbitos de la vida.
Escucho muchas veces expresiones del tipo:
- “Lo más importante es la alimentación”
- “Lo más importante son las emociones”
- “Lo más importante es lo que piensas” ……
Alimentación y emociones en equilibrio, una cosa no excluye la otra
Observo, en ocasiones, personas que se alimentan muy bien pero no atienden su emociones, en consecuencia, tienen problemas o de salud o en su vida cotidiana o transmiten una felicidad muy limitada.
Lo mismo ocurre con personas que atienden y gestionan muy bien sus emociones, pero no prestan atención a su alimentación y experimentan problemas en su cuerpo o en su vida cotidiana.
En la medida que atendemos nuestras emociones y nuestra alimentación de forma equilibrada, podemos sentirnos con mayor plenitud, felicidad, satisfacción, seguridad, vitalidad, ilusión, motivación, éxito, … plenas/os,
Somos seres racionales, físicos y emocionales
Todo lo que sucede a tu alrededor te está influyendo y afectando, provocándote reacciones emocionales.
Las decisiones que tomas cada día, están creando la vida que vas a vivir, y esas decisiones siempre las tomas de una forma emocional. Eres emocional y tomas decisiones emocionales.
Las emociones que sientes están directamente relacionadas con los pensamientos y el cuerpo, tus órganos son un laboratorio que está fabricando química corporal.
Cada emoción que sientes pone en marcha a los órganos y dependiendo de la emoción, y de cómo la gestiones, ese órgano fabrica una química que puede ser beneficiosa o no.
¿Te alimentas o te nutres?
¿Estas decidiendo en todo momento que comer? ¿o te sientes atraída/o por unos determinados alimentos por motivos emocionales? Si mejoras tu relación con tus emociones, puedes mejorar como te relacionas con los alimentos, con tu entorno, con las personas que te rodean, puedes mejorar tu cuerpo, en definitiva tu vida.
En cada situación de tu vida, desde que despiertas, estas experimentando emociones que puedes utilizar para tu beneficio.
El primer paso para ello es que las aceptes, las observes y mejores tu relación con ellas.
El segundo paso es que mejores tu alimentación y tus hábitos alimenticios. Para sentirte cómoda/o con tus emociones necesitas un nivel de bienestar, de energía, y que tu cuerpo te responda.
Tu alimentación te ayuda a disponer de ese bienestar y energía pero puede también dificultarlo.
Personas diferentes alimentación diferente
La alimentación es algo muy individual y personal. Cada persona tiene un funcionamiento, un cuerpo, unos órganos (laboratorio) diferentes. Lo que para una persona es bueno o beneficioso, para otra puede no serlo.
Además, nuestro cuerpo está cambiando todo el tiempo y está realizando cambios metabólicos que también hay que tener en cuenta. Por tanto, también hay que ser conscientes de que los alimentos que en una época o momento de nuestra vida son beneficiosos, en otro momento no lo son.
Tu cuerpo reacciona químicamente a tus estados emocionales, por ello te puede pedir un alimento o puede necesitar un alimento, pero no siempre el que interpretas que te pide tu cuerpo es el que necesitas o te beneficia.
Si tu alimentación es armoniosa con tu momento de vida, tus hábitos físicos, tu situación emocional,… estás más preparada/o para gestionar tu vida y tu capacidad de reacción y gestión de emociones.
Identifica lo que necesitas
Es muy importante que puedas identificar y conocer que alimentos te favorecen, te benefician y con ellos puedas crear hábitos de alimentación que te permitan fortalecer tu cuerpo y disponer de más fuerza, energía y bienestar para gestionar tus emociones.
Encontrado el equilibro entre emociones y alimentación.
Aprende a relacionarte con tus emociones para alimentarte de una forma más satisfactoria
, y al mismo tiempo, pon atención en alimentarte de una forma beneficiosa para mejorar la relación con tus emociones. Busca el equilibrio entre tus emociones y tu alimentación.
Tienes la capacidad de crear más bienestar, armonía, felicidad, éxito, salud, fuerza,… en tu vida, utiliza tu Alimentación y tus Emociones para conseguirlo.
Vicente Dominguez Solera
Experto en alimentación,
renacedor, coach y escritor
www.vicenteds.com
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