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La dislexia actualmente no tiene cura
La dislexia actualmente no tiene cura, pero la evaluación e intervención tempranas producen buenos resultados. Es importante conocer los síntomas y factores que la desencadenan, por lo que debemos estar atentos a cualquier síntoma que se haya presentado.
Si no la has identificado y ya eres adulto, también es posible mejorar.
Qué es la dislexia
La dislexia afecta zonas del cerebro que procesan el lenguaje. Se considera un trastorno del aprendizaje en el que se produce una dificultad para leer debido a problemas para identificar los sonidos del habla y decodificarlos (comprender cómo se relacionan con las letras y las palabras).
Causas
Suele ser hereditaria, estando relacionada con genes que afectan al procesamiento cerebral de la lectura y el lenguaje y con factores de riesgo ambientales.
Factores de riesgo en la dislexia
- Antecedentes familiares de dislexia u otras dificultades de aprendizaje.
- Nacimiento prematuro o bajo peso al nacer.
- Exposición a alcohol, nicotina, drogas o infecciones durante la gestación que alteran el desarrollo cerebral.
- Diferencias individuales en zonas del cerebro encargadas de la lectura.
Síntomas iniciales de dislexia
Las personas con dislexia tienen una inteligencia normal y, normalmente, también una visión normal, pero debemos estar atentos a los síntomas iniciales. Puede resultar difícil percibir el problema antes de que comience el colegio, pero algunas señales tempranas pueden indicar la existencia de un problema.
Destacarían:
- Retraso en comenzar a hablar.
- Aprender lentamente palabras nuevas.
- Problemas para formar palabras adecuadamente o confundir palabras que suenan de forma similar.
- Dificultades para recordar o decir el nombre de las letras, los números y los colores y para aprender canciones o adivinanzas.
Cuando el niño empieza el colegio
El profesor puede notar el problema y comunicártelo. La gravedad varía, pero suele hacerse evidente cuando el niño comienza a aprender a leer.
La mayor parte de los niños con dislexia puede tener éxito en la escuela con la ayuda de un tutor o de un programa de enseñanza especializado y el adecuado apoyo emocional.
Síntomas en los niños
- Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera a esa edad, evitar actividades que impliquen leer y tardar más tiempo del normal en realizar tareas que precisen leer o escribir.
- Problemas para procesar y comprender lo que escucha.
- Dificultades para encontrar la palabra correcta o responder preguntas.
- Problemas para recordar secuencias.
- Dificultades para ver y/o escuchar similitudes y diferencias entre letras y palabras y para deletrearlas.
- Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida.
Síntomas en adolescentes y adultos
Son similares a los de los niños, aunque hayan pasado desapercibidos hasta el momento del diagnóstico. Destacarían:
- Dificultad para leer.
- Lectura y escritura lentas y dificultosas por lo que evitan actividades que impliquen lectura, tardando más tiempo del normal en completar tareas que lo precisan.
- Problemas para deletrear, mala pronunciación de nombres o palabras y para recordar determinadas palabras.
- Dificultades para comprender bromas o expresiones, resumir una historia, aprender un idioma extranjero, memorizar y resolver problemas matemáticos.
Consulta al médico
Si crees que tu hijo/a podría tener dislexia por algún factor o síntoma que puedas detectar, habla con su pediatra si su nivel de lectura está por debajo de lo esperable a su edad o si notas algún síntoma de dislexia. Cuando no se diagnostica ni se trata, las dificultades para leer que se presentaron en la infancia continuarán en la edad adulta.
La dislexia puede ocasionar una serie de complicaciones
- La lectura es una habilidad básica para muchas materiales escolares. Un disléxico tendrá problemas de aprendizaje y no seguirá el ritmo de sus compañeros.
- La dislexia no tratada puede causar baja autoestima, problemas de conducta, ansiedad, agresión y retraimiento hacia amigos, padres y maestros, lo que les provoca problemas de relación social.
- La dislexia aumenta el riesgo de sufrir trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y viceversa. Ambos trastornos pueden relacionarse haciendo más complicada su resolución.
- El disléxico no podrá alcanzar todo su potencial al no lograr leer ni comprender lo que le enseñan. Esta situación genera consecuencias educativas, sociales y económicas a largo plazo debido a la presencia de problemas en la edad adulta.
Diagnóstico
No existe una única prueba y se deben analizar varios factores:
- La historia clínica, el desarrollo del niño y la educación. Es importante conocer todos esos datos e identificar las enfermedades hereditarias de la familia, especialmente las dificultades de aprendizaje.
- El ambiente en casa. Los problemas familiares pueden repercutir en el niño.
- Pruebas para identificar las habilidades de lectura y lenguaje. Se realizan cuestionarios específicos al niño, los miembros de la familia y/o a los profesores.
- Pruebas de visión, audición y neurológicas, para discriminar si otro trastorno puede causar las dificultades de lectura.
- Sesión psicológica para analizar el estado de salud mental del niño y analizar si los problemas de relación social, la ansiedad o la depresión limitan sus habilidades de aprendizaje.
- Pruebas de lectura y otras habilidades académicas para analizar el proceso y la calidad de las habilidades de lectura.
Tratamiento
No existe actualmente un tratamiento para corregir la anomalía cerebral preexistente que causa la dislexia, por lo que es un problema que dura de por vida.
La detección y evaluación tempranas para determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado pueden mejorar el pronóstico. Es fundamental acudir a un especialista y el apoyo incondicional de los familiares.
Carmen Reija
Farmacéutica,
Óptica y Tecnóloga de alimentos.
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