Yoga para niños y niñas es un concepto de Occidente y relativamente nuevo, y supone una herramienta de revolución educativa.

“Aprender es inventar” Jean Piaget

Algunos adolescentes a lo mejor empiezan practicando algunas asanas (posturas), pero dado que sus cerebros y sus cuerpos están en pleno desarrollo, el objetivo con los adolescentes es solo mantener sano el cuerpo sin interferir en sus procesos naturales. 

El yoga para adolescentes es una mera introducción a la práctica y el yoga para niños es…

¿Qué es exactamente y como se originó?

Desde los años 60 y 70 varios colectivos en Europa y Estados Unidos han ido promocionando la práctica con los niños.

Pero sólo fue en los años 90 que la práctica se popularizó a través de:  practicantes adultos queriendo transmitir los beneficios a sus hijos, profesores de yoga empezaron a crear cursos para niños, y alguna maestra de primaria con ganas de probar metodologías nuevas empezó incorporando las técnicas yóguicas en sus clases.

¿Pero que es yoga para niños?

Pues, seguramente hay tantas variedades como escuelas de yoga para adultos. En España hay formaciones que van desde talleres intensivos de un fin de semana hasta cursos de 200 horas. 

Cada formación tiene algo especial, porque cada profesor/a tiene su estilo único.  Haciendo un taller de un fin de semana se adquieren unas herramientas básicas para empezar a “enseñar” el yoga a los niños, contando con que ya se ha hecho una formación amplia como profesor de yoga para adultos.

Con estas herramientas entramos en la sala con mucho entusiasmo, un puñado de ideas y algo mágico ocurre… ¡¡los niños empiezan a enseñarnos a nosotros!!

El yoga con niños es una revolución

Si nos mantenemos abiertos y lo suficientemente flexibles para seguir a los niños hasta donde nos llevan, la clase será un verdadero aprendizaje y una experiencia inolvidable para todos.

La docencia, como la vida, es un aprendizaje constante.

A lo largo de nuestras carreras como docentes cambiaremos nuestros métodos, afinaremos nuestro criterio, llegaremos a comprender en más profundidad lo que queremos compartir, aprenderemos más sobre nosotros mismos como seres humanos.

Los niños nos lo demuestran cada día, pero si lo negamos, entonces caemos en la trampa de imponerles nuestras ideas desfasadas y nuestro criterio obsoleto.

Cada nueva generación parece más despierta que la anterior, y estarán más conectados con la vida y su fuerza creativa que nosotros. Este es el reto y el gozo de acompañar a los niños. 

En cuanto a yoga con niños, ni nosotros ni ellos estamos limitados por un plan de estudios, un libro de texto o un temario de examen, nada nos impide ser libres, espontáneos y creativos, cualidades que nos hacen gozar de la vida. ¡Que privilegio!

Entonces ¿Qué deberíamos ofrecer a los niños cuando acuden a las clases de yoga?

Explico lo que he ido destilando de mis profesores y mi experiencia como docente hasta el día de hoy.

Una clase de yoga con niños es la oportunidad para EXPLORAR: para que conecten con su propio cuerpo y descubran que pueden hacer; que descubran sus sensaciones; que experimenten estados distintos

(estar activo, estar relajado, expresarse en voz alta y estar en silencio y saber pasar de un estado a otro – gracias a Tere Puig por esta clarificación). 

Es la oportunidad de conectar con su ser instintivo, descubrir sus necesidades y gustos y ser capaz de expresar todo esto libremente.  Sobre todo es la oportunidad de hacer lo que hacen mejor que nadie, crear con alegría.

Y todo esto se hace en una clase de yoga a través del juego: jugar con el movimiento (inventando posturas, representando los elementos de una historia con nuestro cuerpo, haciendo dinámicas en pareja y en grupo), explorando nuestra respiración, explorando nuestras relaciones con los demás, nuestra relación con el espacio, el material de la sala, el material que trae la profesora.

¿Y cómo lo hacemos?

Usando actividades que atraen a la mayoría de los niños, es decir juegos, dibujos, cuentos, música, canto, baile…  ¿Los cuentos y los dibujos en una clase de yoga?

Usamos lo que gusta a los niños y lo que les es familiar, para acercarles el yoga, o solo para captar su atención o para darles confianza, para que se sientan seguros.

¿Cuál es nuestro objetivo en una clase?

Que no pierdan el contacto con ninguna parte de su cuerpo, que sigan en contacto con su esencia creativa y que sean ellos mismos, ¡y no lo que nosotros queremos que sean!

Y que se expresen plenamente en lo físico, lo emocional y lo verbal.

¿Qué debería hacer el profesor para que esto pase?, ¿Cómo debería “enseñar” yoga?

Con amor, con alegría, con respeto hacia sus alumnos y hacia sus necesidades y gustos, siendo flexibles, aunque poniendo límites claros porque sabemos que necesitan sentirse seguros y protegidos, y sobretodo siendo ¡espontáneos!.

Y…¡¡Llega la Revolución!!

Al mismo tiempo, fuera de la sala de yoga, poco a poco está aconteciendo una auténtica revolución en las aulas y en la sociedad. 

Cada vez son más los que se dan cuenta de que la verdadera educación se basa en estimular y sacar la creatividad innata de los niños.

Las escuelas Montessori y Waldorf Steiner proliferan, cada vez hay más “escuelas libres”, y algunas escuelas públicas están incorporando el así llamado nuevo paradigma de la educación: el aula se adapta a las necesidades del niño (y no viceversa).

Potenciamos el aprendizaje vivencial y autónomo, desarrollamos la inteligencia emocional y el potencial de cada niño, la escuela se convierte en un sitio donde el niño puede crecer y aprender a su manera, de forma libre. 

Claro, estas ideas no son nada nuevas, solo que ahora están más aceptadas en la sociedad. La nueva educación es el tema de varias películas, documentales y programas de la televisión.

Hoy en día encontramos que se practica yoga dentro del aula en Francia o Australia, por ejemplo. Cada vez hay más estudios oficiales sobre los efectos positivos del yoga. 

Artículo relacionado con el yoga y los niños «Los niños aprenden en movimiento«

En el caso concreto de Cataluña, según varios artículos se enseñan técnicas de concentración y relajación dentro del aula en una veintena de colegios catalanes.

La UB y la UAB celebran jornadas este mes por primera vez sobre el tema de la relajación y el yoga en el aula. Aunque el yoga sigue siendo una actividad extra-escolar en los colegios españoles, está entrando progresivamente en la escuela.

Y hasta los investigadores pioneros dentro del mundo de la enseñanza del inglés como lengua extranjera están incorporando el llamado embodied cognition (cognición experiencial). 

Es la teoría que demuestra que el sistema motriz afecta la cognición, igual que la mente afecta nuestros movimientos. Es decir, que integramos lenguaje a través del cuerpo y todo se queda grabado en el cuerpo.

¡Por fin ha llegado la revolución! María Montessori y compañía estarán pensando ¿Cómo es que hemos tardado tanto?!

Los humanos siempre hemos hablado con las manos, los niños piensan moviéndose, todos sabemos de forma intuitiva que sentimos, percibimos y reaccionamos con todo el cuerpo, y la mayoría de las decisiones se toman desde nuestras entrañas.

Pero parece que la mente sigue siendo quien manda, porque no creemos en lo que intuimos hasta que no hay pruebas científicas que lo demuestran. Por eso es TAN importante que la revolución tenga lugar YA.

El yoga con niños puede encajar perfectamente en esa revolución.

Lisa Howe de Ioga a l’escola
Profesora de yoga, profesora de inglés, creadora de los talleres Cuentiños, escritora de cuentos infantiles para yoga
www.yogacuentos.com

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