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La pregunta esencial que siempre nos acompaña
¿Quién soy yo?
En nuestro ambiente social aprendemos a identificarnos con objetos, con nuestro trabajo, nuestra cuenta bancaria, nuestra casa, nuestra familia, con nuestros estados emocionales, con lo que pensamos sobre política, sobre el amor, sobre filosofía, etc.
La base de todo ello es que en nuestra infancia lo que hemos aprendido de nuestro entorno es que una cosa es buena y otra es mala. Cuando somos buenos pertenecemos a la familia y a la sociedad, y cuando somos malos seremos castigados y excluidos. De esta forma dolorosa y dual aprendemos a abandonarnos a nosotros mismos del fluir natural interior, de la creatividad, del sentido de la espontaneidad, autenticidad para una identidad que pertenece y encaja en la sociedad siendo falsa y creada de segunda mano. Esta identidad ficticia nos lleva a experimentar hoy en día, el que yo estoy aquí y el mundo está fuera de mí, de que estoy en control del mundo, de mis emociones, de mis pensamientos, de que controlo todo lo que está a mí alrededor. Esta dualidad, de que estoy separado del mundo, es una permanente lucha y conflicto interior, siendo también el fundamento de un estado esquizofrénico, ya que distorsiona nuestras relaciones de pareja, la relación con nuestros hijos, la naturaleza, con el otro y sobretodo con nuestro amor.
Profundamente todos sabemos que hay algo no correcto en nosotros. Deseamos ser nosotros mismos pero hemos olvidado como se siente y parece.
La sensación ficticia de separación, es decir esa persona que nosotros pensamos que somos, que se siente separada y en control de todo, se nutre a si misma por mediación de creencias, de experiencias pasadas y por expectativas futuras. No tiene raíces en la realidad presente, no puede hacer contacto con la realidad presente (en la vida en general) Esta persona tiene ideas sobre la vida, sobre el ser, pero no puede ser.
“Cuando el sueño se rompe, toda la naturaleza se vuelve viva. La noche ha desaparecido, ya no hay más oscuridad, el sol está naciendo, todo se vuelve consciente y alerta “ Osho
Realizarnos la pregunta ¿Quién Soy? nos abre las puertas a volver a casa y encontrarnos uno como uno.

Después de un tiempo de observación hacia uno mismo, en el trasfondo de nuestro ser surge un tipo de observador desde donde observamos quietamente y silenciosamente el caótico tráfico.

Inténtalo. Si persistes, tienes todas las posibilidades de recibir una vislumbre de lo real, y lo real es eterno.
Satyarthi
Fundador de Satyarthi Wuwei, espacio de consciencia corporal y espiritualidad
www.satyarthi-wuwei.com
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¿Quién soy yo?
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