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La importancia del método Columna Vitae
Si nos remontamos en el tiempo, descubrimos que tanto los egipcios, como los hindúes y los chinos concedían gran valor e importancia a la columna vertebral.
Ya entonces se la consideraba como “el eje principal de la vida”, puesto que su observación y estudio demostraba ser la piedra angular de muchos de los trastornos y enfermedades, padecidas por el ser humano. Ésta es la raíz del «Método Columna Vitae».
Orígenes del método Columna Vitae
Esta evidencia también es reconocida en el Tíbet, y a lo largo de los siglos se ha desarrollando una técnica manipulativa, cuyo eje de trabajo es la columna vertebral. Conocimientos que han llegado al siglo XXI gracias a los monasterios y a la transmisión oral.
Los acontecimientos políticos desencadenados en el Tíbet forzaron a muchas personas a vivir en el exilio, entre ellas a un Maestro Lama Médico Tibetano conocido como Saarumá. Estableció la residencia en Argentina, para continuar su labor docente, y entre sus discípulos se encontraba el Doctor Fiore, especialista en oncología y cirugía cardiovascular.
Durante cinco años de estudios junto a su maestro, el Dr. Fiore adquirió importantes conocimientos, que le produjeron la necesidad de cambiar su concepción de la medicina convencional por un abordaje nuevo, y de efectos muy beneficiosos para la salud.
Tras años de poner en práctica esta técnica en consulta y descubrir los excelentes resultados en sus pacientes, decidió divulgarla impartiendo seminarios destinados a profesionales de la salud dentro y fuera de su país.
Servei integral de Salut
Como equipo de trabajo, formado en diferentes especialidades terapéuticas, y movidos por la necesidad e inquietud por aprender y enriquecer nuestra labor profesional, decidimos invitar al Dr. Fiore a España, organizando seminarios de formación y atención a pacientes.
Pese a los largos años de experiencia acumulada en la práctica clínica y la docencia, nos sorprendió la sencillez, las escasas manipulaciones y su precisión con que las realizaba, la no existencia de trush vertebral y el tratamiento global del paciente desde la columna vertebral.
Es precisamente su singularidad y eficiencia la que nos ha motivado a registrar la técnica con el nombre MCV y continuar con la divulgación a través de seminarios de formación, conferencias y atención a pacientes.
Qué es la Biomecánica
La biomecánica es el resultado de la aplicación de los principios de la mecánica clásica o Newtoniana a los organismos vivos. Referida al cuerpo humano, permite estudiar su comportamiento en movimiento y cómo éste se ubica con respecto a la gravedad, estando de pie, tumbados, sentados o en otras posiciones.
De este modo, se consigue valorar hasta que punto sufren las articulaciones y facilita la comprensión y solución de muchos de los dolores padecidos por la población, tanto de espalda como de las extremidades.
Gracias a los estudios biomecánicos realizados, se conocen características y particularidades de la columna vertebral y, lo más importante, informan del modo en cómo debe ser atendida y tratada.
¿Cómo funciona?
Podemos hablar de dos zonas importantes respecto a la ubicación espacial del cuerpo. Una es la zona cervical responsable de la salud de las extremidades superiores y cabeza y la otra es la zona lumbo-sacra, de la que depende la salud de las extremidades inferiores y su disposición respecto a la marcha, posición erguida y sentada del tronco.
Las extremidades superiores:
actúan como un brazo de palanca, que toma apoyo en el hombro y transmite toda su fuerza a la columna cervical, teniendo efecto directo sobre el plexo braquial (conjunto de nervios responsables de la fuerza, sensibilidad y movilidad de la extremidad superior que emergen entre C5 y D2).
Esto puede conllevar la presencia de ciertos trastornos como: hormigueos en las manos, dolor en codos, muñecas y manos.
Las extremidades inferiores:
siendo las piernas las que actúan como palanca y repercuten su actividad en la cadera y plexo lumbo-sacro (conjunto de nervios responsables de la fuerza y sensibilidad de las extremidades inferiores y cadera). Algunos ejemplos son los hormigueos en pies, dolores radiculares, dolor de rodillas, etc.
Obviamente, la región torácica también es relevante, puesto que los nervios que emergen a ambos lados de las vértebras siguiendo el recorrido de las costillas, dan información a distintos órganos y a toda la musculatura de la respiración.
La falta de tono vital, la disminución de capacidad respiratoria o el dolor en las dorsales medias, tienen que ver con el desajuste y falta de espacio en esta zona.
Se ha diferenciado la columna en diversos segmentos, para facilitar la comprensión biomecánica de los mismos, sin embargo, desde el «Método Columna Vitae», entendemos que la salud de todo el organismo depende de la buena disposición de las diferentes estructuras del raquis con respecto a la gravedad y el movimiento.
Si definimos nuestro eje vertebral como: un conjunto de vértebras articuladas que precisan de una correcta alineación, para asegurar el buen funcionamiento entre si, resulta fácil comprender que funcionalmente, la columna vertebral es una unidad indisociable y, como consecuencia, terapéuticamente precisa ser tratada en su globalidad.
Respuesta refleja
Desde el conocimiento empírico, se dice que los desplazamientos vertebrales y la inestabilidad de la columna pueden estimular, por presión o compresión, estructuras que provocan respuestas reflejas no deseadas, tales como disfunciones orgánicas, metabólicas y músculo-esqueléticas.
De una manera genérica, se observa que la estimulación generada a la derecha de la columna vertebral puede provocar una dilatación y aceleración de los procesos metabólicos. Las taquicardias, los dolores de cabeza, hernias de hiato o inflamación de las hemorroides serían ejemplos de tal estimulación.
Sin embargo, cuando el estímulo es en el lado izquierdo ocurre lo contrario, siendo el retraso y la contracción los que gobiernan los procesos. En este caso, puede producirse una faringitis, estreñimiento, incremento de las molestias menstruales, asma bronquial entre otros síntomas.
No solo se producen alteraciones de carácter orgánico y visceral, también a nivel muscular y articular, manifestándose con molestias e inestabilidad en las rodillas, dolor en el talón del pie, falta de tono y fuerza muscular en las extremidades inferiores, etc.
Montserrat Balagué
y David González
Servei Integral de Salut
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