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Comer ecológico y su relación con la comida saludable
Cuando nos planteamos el cuidado de nuestra salud, comprendemos que la alimentación es un punto básico que debemos considerar desde el primer momento.
Para comer ecológico, necesitamos toda la información posible para seleccionar alimentos adecuados, y adaptados a nuestras necesidades reales que garanticen que nos estamos cuidando de manera saludable.
Además, cada vez somos más conscientes de que cuidarse implica también cuidar nuestro entorno y no sólo a nosotros mismo.
Es por ello que comer ecológico representa hoy en día, una necesidad para quien quiere comer saludable, por la calidad de los productos y porque el proceso de producción es sostenible con el medio ambiente.
Comida ecológica y natural. La vuelta a la huerta
Cada vez somos más exigentes y queremos que nuestra comida sea de la mejor calidad.
En un mundo en el que los alimentos transgénicos han adquirido una gran difusión, se alzan las voces de quienes desean comer de manera natural, volviendo a los productos de la huerta que han sido cultivados sin usar productos químicos innecesarios.
Los problemas con los alimentos convencionales
Los datos son demoledores: todos los aditivos que se les suministra a los seres vivos (tanto de origen animal como vegetal), pasan a nuestro organismo cuando los ingerimos.
Se considera que los antibióticos y hormonas con los que se tratan las vacas para mejorar su productividad, se van acumulando y acaban en nuestro cuerpo cuando comemos la carne o bebemos la leche procedente de estos animales tratados.
Como consecuencias de ello, se ha producido un aumento general de las resistencias a los antibióticos y la aparición de pubertad precoz en niños que han consumido estos productos.
Elegir lo que comemos. Estar bien informados
La controversia está en el aire y los expertos no coinciden en señalar si es mejor el uso de alimentos orgánicos (también llamados ecológicos y “bio”) o convencionales, pues ambos presentan ventajas e inconvenientes.
Aunque no debemos obsesionarnos, sí es necesario conocer las diferentes opciones con las que contamos para poder elegir lo que mejor se adapta a nuestro estilo de vida.
Comparando alimentos convencionales y alimentos orgánicos
Diferentes especialistas sanitarios han llegado a varias conclusiones respecto a los alimentos de uso habitual:
- Los productos de la huerta (frutas y verduras) orgánicos contienen menos pesticidas, son de temporada y su procedencia es local, por lo que no hay problemas de transporte y conservación, ya que suelen venir directamente del huerto. Los convencionales son más económicos y de más fácil adquisición porque los encontramos en cualquier comercio.
- La carne de vaca orgánica es más sana porque procede de vacas alimentadas con pastos frescos o paja seca, con pocos tratamientos adicionales y se crían en espacios más abiertos (lo que reduce los problemas de contaminación microbiológica). Resulta más cara, pero suele recomendarse su consumo.
- La leche convencional procede de vacas que han sido tratadas con antibióticos y hormonas, lo que provoca la existencia de problemas asociados a ello (tal como sucede con la carne de esta procedencia). La leche orgánica resulta más cara, pero esas vacas han sido sometidas a menos tratamientos, lo que supondría una ventaja para nuestra salud.
- Los huevos convencionales resultan más baratos y fáciles de conseguir. Los orgánicos proceden de animales mejor tratados y alimentados, lo que incide en su calidad. Debemos ser cuidadosos al consumirlos y lavarlos para evitar problemas en su manipulación.
¿Qué dificultades encontramos para poder comer ecológico?
Lo más determinante es el precio. Los productos ecológicos son más caros que los convencionales. También resulta más complicado encontrarlos en el supermercado, aunque cada vez menos, debiendo acudir a mercados tradicionales o tiendas especializadas, lo que supone tener tiempo para ello (algo de lo que carecemos la mayoría de nosotros).
Es interesante en este caso saber la opinión de un experto en ecología como Roger Prat (dueño de un supermercado ecologíco) que nos habla sobre cómo afecta al mercado el hecho que las grandes superficies ofrezcan productos ecológicos en su artículo.
Tampoco podemos pensar que los “bio” son alimentos perfectos, no sería del todo cierto. En las granjas orgánicas se usan biopesticidas (de origen animal, vegetal o mineral) que son mucho mejor que los pesticidas normales, pero no son totalmente inocuos y resultan imprescindibles para mantener una producción económicamente rentable.
Las tiendas ecológicas. Nuestros mayores aliados para consumir alimentos orgánicos
Cada vez son más numerosas las tiendas que se han especializado en este tipo de productos. Te recomendamos que visites una tienda ecológica al menos para conocerla. Encontrarás una gran variedad de productos interesantes (cereales, chocolatinas, pasta, barritas energéticas, galletas, etc.) que merece la pena probar.
Busca la etiqueta que los identifica como productos de agricultura ecológica, donde suelen estar bien especificados los componentes y/o la ausencia de conservantes, pesticidas y colorantes.
Están controlados por la Unión Europea y deben incluir la etiqueta de agricultura ecológica. También suelen tener un espacio dedicado a personas con problemas alimentarios (intolerantes al gluten, a la lactosa, diabéticos, etc.).
En muchas tiendas ecológicas especializadas encontrarás una gran variedad de productos ecológicos de gran interés. Especialmente destacables son los relacionados con la higiene personal y la limpieza.
Interesantes porque están elaborados a partir de elementos naturales que resultan adecuados para tu piel y protegen el medio ambiente. Pruébalos porque no te arrepentirás.
Carmen Reija
Farmacéutica,
Óptica y Tecnóloga de alimentos.
misconsejosparatusalud.blogspot.com