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La importancia de lo que no dicen los cuentos
La mejor parte de un cuento es siempre la que no está escrita, es la que te sucede después de haberlo leído
¿Alguna vez has sentido la necesidad de llamar a un amigo después de leer un texto que te ha llegado? La historia genera en la persona, niño o adulto, que la lee o la escucha una serie de reacciones emocionales y, a menudo hace emerger recuerdos u otras historias. Esta vivencia puede ser de muchos tipos, desde placentera o clarificadora a turbadora o desconcertante. Tanto si es de un tipo como de otro, para el niño será bueno compartirla.
Si un niño queda sólo en una vivencia emocional que le supera, por el motivo que sea, es fácil que se pierda en ella, que las conclusiones a las que llegue no estén dentro de los márgenes de la realidad. Así, puedo ir a la cama temiendo que un dragón entre por la ventana o quedarme con miedo de que mi perro se pierda y tarde mucho en encontrarle. Si un adulto con capacidad de escucha está presente en la lectura del cuento que ha llevado al niño a estas conclusiones podrá comprender, a través de las reacciones y comentarios del niño, que hay algo de lo que hablar y clarificar: «los dragones no existen en nuestro mundo» o «la ventana está bien cerrada para impedir que entre cualquier otra cosa» o «si algo entrara, yo me encargaría de echarlo fuera de nuevo» o cualquier comentario que reasegure al niño o lo invite a expresar con mayor claridad su malestar o su inquietud.
Pero si la vivencia emocional que genera el cuento es constructiva… ¡Razón de más para querer estar cerca del pequeño! Nada más revelador que escuchar las reflexiones de un niño, esa mezcla de sabiduría, inocencia y frescura. Nada más emocionante que compartir un momento de intimidad con ellos, esos momentos en que se plantean las grandes preguntas, en que se manifiestan sus verdaderos intereses y motivaciones, en que puedes intuir cómo ve y comprende el mundo.
Por otro lado, hay temas que por diversas razones no se hablan: son demasiado dolorosos, vergonzosos, insignificantes, impertinentes, incómodos, cursis,… Pero no por haber decido no hablar de ellos son temas que no nos preocupen y no preocupen a los niños. Un cuento es una excelente herramienta para ponerlos sobre la mesa. El cuento, la ficción, nos ofrece una protección, nos permite acercarnos a nuestros temas tabú manteniendo la distancia suficiente como para no sentirnos incómodos y, si lo compartimos con los hijos, nos da la oportunidad de no perpetuar y engrosar la lista de temas que en casa no se hablan.
Por todo ello me refiero a los cuentos que escribo como cuentos para leer en familia. Porque no concibo el cuento como un mero entretenimiento, ni como una transmisión de información o valores, lo concibo como el inicio de una experiencia, de un diálogo, de un compartir. Te cuento un cuento porque quiero que sepas de mí, porque me interesa saber de ti.
Los cuentos de Lucas y Yo te cuento un cuento y tu haces yoga nacieron con esta intención, la de crear un marco para que adultos y niños pudiéramos abordar temas como la indagación de quién es uno, cómo percibimos al otro y cómo nos relacionamos, qué relación existe entre nosotros y la naturaleza, qué nos suscita saber que existen cosas y lugares que podemos percibir sólo desde la lejanía y que otros seres nos perciben a nosotros quizás del mismo modo, o…
Todas estas cuestiones abordadas desde el cuento están facilitando la tarea de madres, padres, profesores y educadores, que usan los libros para profundizar en conceptos como la empatía, el silencio, la observación, la escucha, la diversidad, la integración, la ecología... Y es especialmente importante la labor de ellos, la de la persona que presenta el cuento al niño. De ellos depende que esta herramienta sea realmente utilizada como marco para el diálogo y la experiencia. Si bien es cierto que hay materiales que, como resultado de la intención de sus autores, toman una estructura y formato más abiertos que otros, en realidad, cualquier texto o situación puede ser convertido en una invitación a la reflexión o en un elemento adoctrinador.
A pesar del pesimismo en relación a la evolución del sistema educativo, sé que hay personas, muchas más de las que imaginamos y cada vez más, tanto dentro del ámbito escolar como fuera de él, que apuestan por los niños. Sé que estas personas los escuchan, no porque han leído que es bueno para su desarrollo que les escuchen, si no porque realmente les interesa lo que los niños cuentan y muestran. Me pongo absolutamente a su servicio. Me llena de satisfacción trabajar para ellos, poder aportar alguna cosa, por pequeña que sea, que apoye su extraordinaria labor.
En la página de Facebook ENLACE: de yo te cuento un cuento hallaréis propuestas e ideas que os ayudarán a aprovechar al máximo este material y a estar en contacto con otras personas vinculadas al mundo infantil.
Tere Puig
Escritora y formadora y profesora de
yoga para el embarazo y la crianza
Las propuestas y los libros de Tere son imprescindibles herramientas para padres y madres, educadores, profesores de yoga y todo aquel relacionado con el ámbito de la Educación infantil. Si te interesa este trabajo puedes leer las primeras páginas de cada libro o descargar los pdf en ESTE ENLACE
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