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Cansancio crónico. ¿Cómo detectar una enfermedad invisible?

cansancio crónico

Puede ser difícil detectar el cansancio crónico y puede tardarse mucho en ser diagnosticado,, es por ello hay que estar muy atentos a nuestro cuerpo.

Es lunes por la mañana y se escucha el despertador. Hay que volver al trabajo, a la rutina, a despertarse temprano, coger el coche o el transporte público… Seamos honestos, nadie disfruta con todo eso.
¿Pero qué sucede si ese cansancio persiste? ¿Qué hace que sigamos sintiéndonos permanentemente cansados? ¿O, por qué nos resulta ahora tan difícil poder conciliar el sueño, cuando no solía ser ningún problema en el pasado?
Si ese cansancio y tedio se mantiene a lo largo de los días, si no podemos dormir bien, pese a estar cansados, puede ser que entonces estemos sufriendo de cansancio crónico.

¿Cómo podemos saber si sufrimos cansancio crónico?

El cansancio o fatiga crónica, se caracteriza por un conjunto de síntomas y signos de los que el más importante es la existencia de una sensación de abatimiento constante y persistente (de 6 meses o más de duración), que no mejora con el descanso, ni es resultado de esfuerzos recientes y que ocasiona la reducción de su actividad habitual, tanto laboral, como social y personal.
Lo cierto es que el síndrome de cansancio o fatiga crónica suele ser difícil de diagnosticar. No existen pruebas específicas y otras enfermedades pueden causar síntomas similares, es por ello que se deben descartar antes todas las posibles causas que pueden provocar esa sensación de agotamiento, por lo que su diagnóstico suele demorarse bastante.
Si los resultados son negativos y el origen de la fatiga continúa siendo desconocido, cabe considerar entonces que se padece de cansancio crónico.
Los criterios de Fukuda
Utilizados internacionalmente para diagnosticarlo, es una herramienta bastante útil. Según dicha prueba se requiere la presencia persistente de, por lo menos, 4 de estos 8 síntomas:
  • Dolor de cabeza
  • Sueño no reparador
  • Malestar durante más de 24 horas tras la realización de esfuerzos
  • Dificultad para concentrarse o pérdida de memoria.
  • Faringitis
  • Adenopatías cervicales dolorosas
  • Adenopatías axilares dolorosas
  • Trastornos musculares
fatiga crónica puede dar dolor de cervicales
El síndrome de cansancio crónico suele aparecer de forma repentina, produciendo un rápido deterioro de la salud y calidad de vida.
Es una enfermedad crónica oscilante cuya sintomatología puede variar incluso, en una misma persona y de un día para otro.
No es un cuadro eminentemente doloroso sino que se caracteriza por debilidad severa en ausencia de causa orgánica. El síntoma clave es el cansancio crónico debilitante que no se soluciona con el reposo y que reduce la actividad diaria en un promedio del 50% o más según los enfermos.

¿Fibromialgia o cansancio crónico?

El cansancio crónico tiene una entidad clínica propia pero encontramos otro grupo de enfermedades (fibromialgia, síndrome del intestino irritable) con manifestaciones similares, pese a ello, su diagnóstico no excluye la posibilidad de padecerlo.
Se cree que el síndrome de fatiga crónica se presenta en un 42% de enfermos fibromiálgicos y ambas patologías se solapan en un mismo paciente con frecuencia. Es decir, el cansancio crónico puede aparecer junto con otras enfermedades, pero requiere de un tratamiento propio.

A qué se debe el síndrome de la fatiga crónica

Existe una gran diferencia entre sentirse cansado en determinadas ocasiones y vivir un cansancio permanente, en un estado de cansancio crónico.
Este cansancio perjudica la rutina diaria: resulta cada vez más difícil concentrarse, cuesta recordar determinadas cosas y todo resulta insoportable.
Las causas por las cuales aparece el cansancio crónico no se conocen claramente. Las principales hipótesis sobre su origen consideran factores orgánicos (infecciones, disfunciones inmunológicas o del sistema nervioso, etc.). Dada la naturaleza compleja de este síndrome, las hipótesis que integran factores orgánicos y psicológicos son las más apoyadas por los expertos.
Con frecuencia, el cansancio crónico se origina a partir de una falta de sueño o descansar mal. En muchos casos, se origina a partir del estrés o la depresión.
La mayoría de las personas presentan buena salud antes de su aparición. Se cree que la patología puede estar desencadenada por una infección viral o bacteriana y que la exposición a ciertos pesticidas o insecticidas podrían intervenir en su desarrollo.

¿Qué podemos hacer para prevenir o mitigar sus síntomas?

Actualmente no hay un tratamiento curativo definitivo para el síndrome de cansancio crónico. El habitual está dirigido a tratar los síntomas aunque lo ideal sería que, a través de una atención integral, se puedan resolver o aliviar tanto las manifestaciones físicas como las de tipo psicológico.
De los diferentes tratamientos, la terapia conductual cognitiva y el ejercicio físico gradual son, los que han mostrado beneficios, tanto físicos (sobre la fatiga) como psíquicos (a nivel de la depresión), reduciendo la incapacidad del afectado.
Algunos consejos
  • Dedicar unos minutos diarios a relajarse, escuchando música, meditando, o haciendo ejercicios de relajación.
  • Conseguir un ciclo de sueño regular. Dormir suficientes horas y siempre con el mismo horario.
  • Planificar las actividades diarias y realizarlas en los periodos en que la persona se encuentra más fuerte (de 10 a 14 horas).
  • Mantener contacto con personas que tengan la misma enfermedad o participar en un grupo de apoyo para tener la máxima información y poder contrastar las opiniones con otras personas que están en su misma situación.
  • Cuidar la alimentación y mantener la hidratación. Incluir alimentos proteicos (carne, pescados, etc.) en todas las comidas, limitar el consumo de azúcar y reducir la cafeína (sustituye el café por un té verde rico en antioxidantes) y el alcohol.
  • Empezar progresivamente un programa de ejercicios físicos bajo supervisión de un profesional que conozca la patología y su abordaje. El programa debe adaptarse a cada persona para evitar recaídas o agravar los síntomas. El ejercicio físico, como yoga, es importante para prevenir el desgaste muscular asociado a la inactividad y reducir el agotamiento crónico.
  • Mantener una postura correcta y realizar ejercicios de respiración, especialmente abdominal, para liberar la tensión y disminuir los síntomas de fatiga crónica.
  • La fisioterapia, el masaje suave, etc. alivian el dolor relacionado con el síndrome de cansancio crónico.
  • Recibir apoyo de familiares, cuidadores y terapeutas.
  • Aprender nuevas formas de hacer las cosas, sin sobrepasar los límites. Aunque se encuentre mejor, hay que ser prudente con el ejercicio para no recaer de nuevo.
fisioterapia y reeducación corporal

Vivir con el síndrome de la fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica evoluciona de forma distinta en cada persona. Sus manifestaciones más agudas suelen durar dos años y pueden volver de forma cíclica. Los síntomas tienden a disminuir con el tiempo y aunque no todos los pacientes se recuperan por completo, la mayoría va recuperando progresivamente sus habilidades.
Es por ello necesario concienciarse de que es un mal crónico y que una actitud positiva ante esta dolencia nos ayudará a sobrellevarla mucho mejor

Carmen Reija colaboradora de Sanamente.netCarmen Reija 
Farmacéutica,
Óptica y Tecnóloga de alimentos.
misconsejosparatusalud.blogspot.com

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